viernes, agosto 31, 2007

Comunicado al público, concierto del 31-8-07

Se supone que el cargo de Secretario de Cultura de la Nación compromete a quien lo detenta a cuidar las instituciones nacionales de cultura, promover su desarrollo, difundir su labor y tornar en representativa y emblemática la actividad cultural oficial, incluyendo naturalmente el desenvolvimiento de la Orquesta Sinfónica Nacional, la que mantiene vivo tanto un patrimonio musical universal como las obras de creadores autóctonos de su género.

Los profesores músicos que pasaron por un concurso internacional de oposición y antecedentes para ingresar a la Sinfónica Nacional consideraron en todo momento, como sugiere el nombre y la misión del conjunto (ver Decreto de Fundación de la OSN), haber llegado a integrar la primera orquesta del país, suposición que en el pasado fue confirmada por la prensa especializada por medio de críticas musicales y premios.

El rango de “primera orquesta” tendría que reflejarse en su jerarquía salarial.
El flamante acuerdo paritario que le “produce una gran alegría” al Secretario de Cultura, lamentablemente representa solamente una fracción de lo que el mismo Secretario había proyectado y convalidado con su firma ya en agosto del 2005. El arreglo sitúa a la OSN en un rango salarial intermedio entre las orquestas del país, desalienta especialmente a los jóvenes talentos, provoca el éxodo de destacados músicos (uno más acaba de renunciar) y parece apuntar políticamente a un futuro más bien opaco para el conjunto.
Estas son algunas de las debilidades de gestión en el área:
la documentación administrativa, presentada en paritarias, dio una impresión de falencias graves en los registros de datos; la infraestructura técnico- arquitectónica se encuentra en un estado avanzado de deterioro, la gestión arruinó dos temporadas, defraudó al público, ahuyentó artistas invitados, perdió crédito con prestadores de salas y servicios, no invierte en el perfeccionamiento de los músicos, no lleva la orquesta al interior del país, no tiene proyecto de difusión, no invita a participación en políticas culturales y parece decidida a sabotear cualquier ambición de excelencia de su “selección nacional” de músicos sinfónicos.

Las autoridades tampoco se dejan influenciar por buenos ejemplos en países hermanos. El fervor por las agrupaciones sinfónicas y corales en Venezuela, campaña sin parangón en pos de la tan aclamada inclusión social, cosecha la admiración del mundo. El carácter ejemplar de este movimiento en tierra latinoamericana no parece hasta ahora haber dejado huellas en la opinión del Secretario Dr. José Nun sobre los beneficios que podrían brindar profesionales instrumentistas sinfónicos a la sociedad...

Los profesores de la Orquesta Sinfónica Nacional no comparten la “gran alegría” del Secretario de Cultura. El trato que recibe la OSN les parece mezquino comparado con derechos adquiridos ya en el 1988. En realidad, toda la gestión actual ha significado para la Sinfónica uno de los peores deterioros institucionales de su historia.

Los integrantes de la OSN seguirán defendiendo un proyecto de excelencia.

Los integrantes de la OSN invitan a navegar por la red de sus blogs en el internet:
Portada: http://www.sinfonicadeargentina.blogspot.com/ (historia, noticiero, programación, humor, asuntos gremiales, documentación, etc.)